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31/10/2024
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Santiago Vargas Oria, Analista Research de Nasini SA, nos deja un análisis de cara a los acontecimientos políticos que estamos viviendo y su repercusión en el mercado de capitales.
A días de las PASO, probablemente el momento más importante del año, y en una semana cargada de volatilidad, tanto en los tipos de cambios financieros como en bonos y acciones, el mercado hoy adopta una postura conservadora, aprendiendo de experiencias pasadas.
En estas elecciones los inversores demuestran que prefieren evitar el riesgo de un escenario negativo para el mercado post PASO, y deciden esperar dolarizando gran parte de las carteras favorecidos por un MEP subsidiado y con preferencia por liquidez e instrumentos de corto plazo indexados a devaluación e inflación.
Si bien parece claro que JXC cuenta con una gran ventaja, la desconfianza por las encuestas en general sigue pesando más, inclusive teniendo en cuenta que la imagen del oficialismo está en su peor momento. La última corrida del dólar Blue, una nominalidad recuperando terreno a una velocidad récord considerando el ritmo del crawling e inflación esperada para agosto, con niveles de actividad marcando récords negativos mes a mes, parece ser que las chances del gobierno son muy bajas, pero aun así el mercado decide mantener la cautela.
Milei apagándose semana a semana y Bullrich probablemente liderando la interna, son señales que los inversores consideran positivas, apostando a un gobierno más market friendly que pueda llevar adelante los ajustes que la economía necesita para ir normalizando poco a poco las principales variables. Al mismo tiempo, parece ser que la imagen de Massa fue cayendo poco a poco estas últimas semanas, sobre todo si tenemos en cuenta que el gobierno llega a las PASO en medio de rumores de una devaluación fuerte post elecciones y un acuerdo con el FMI del cual no se tienen detalles precisos, tema que alimenta estos rumores. Aun así, inclusive devaluando, no está claro que el FMI siga cooperando y desembolsando fondos en este gobierno, teniendo en cuenta que el ajuste fiscal que el organismo exigía nunca llegó, así como un plan de estabilización totalmente ausente durante todo 2023.
La principal preocupación está clara: el goteo de reservas y la incertidumbre con respecto a si el FMI desembolsaría los fondos hacia finales de agosto, agrega más presión a una situación que parece haber llegado a un punto crítico. Hoy los futuros de dólar, estarían descontando un salto, pero no está clara la magnitud del mismo y en caso que se dé, si sería suficiente o si solo generaría un traspaso a precios, llevando a la inflación a niveles mucho más altos.
Como consecuencia, todo parece indicar que un resultado favorable de JXC (inclusive si sorprende juntando los votos necesarios para ganar en primera vuelta) podría ayudar a calmar las aguas, sobre todo en los FX financieros, beneficiando al rally de soberanos, acompañando una nueva suba del merval y permitiendo reducir incertidumbre en una transición que exige señales claras de un programa económico creíble.
Pero más allá de que este escenario se cumpla, nada está dicho y los grandes desafíos vendrán a partir de octubre donde probablemente se vea lo peor de la inflación, devaluación y donde el costo social-político de tomar medidas de ajuste será muy alto.